5 libros para conocer a Ricardo Piglia

Ricardo Emilio Piglia Renzi nació en Adrogué el 24 de noviembre de 1941 y falleció en Buenos Aires el 6 de enero de 2017.​ Fue un escritor y crítico literario argentino. Después de la caída de Perón (1955), se fue con su familia de Adrogué y se instaló en Mar del Plata.​ Piglia estudió Historia en la Universidad Nacional de La Plata, ciudad donde vivió hasta 1965. Después trabajó durante una década en editoriales de Buenos Aires, dirigió la Serie Negra, famosa colección de policiales que difundió a Dashiell Hammett, Raymond Chandler, David Goodis y Horace McCoy. «Empecé a leer policiales casi como un desvío natural de mi interés por la literatura norteamericana. Uno lee a Fitzgerald, luego a Faulkner y rápidamente se encuentra con Hammett y con David Goodis. Más tarde, entre 1968 y 1976, leí policiales por necesidad profesional, ya que dirigía una colección», dijo en una oportunidad.

Según ha declarado, desde los 18 años leyó a Faulkner, empezó con La Invasión, luego siguió con otras obras suyas durante años: «Creo que lo que más me impresiona de Faulkner es la autonomía del que narra». Pero sus referencias son muy diversas (en Respiración artificial hace bromas sobre el «lenguaje faulkneriano» de los escritores), como gran lector que es. En sus orígenes estuvieron presentes muchos escritores estadounidenses, pero también hubo otros tales como Kafka, Musil, etc. Piglia ha señalado que dos poéticas antagónicas y sus reversos le han interesado: la que está basada en la oralidad, aparentemente «popular», que ha llegado a una especie de crispación expresiva, como Guimarães Rosa o Juan Rulfo; y la de la «vanguardia» que trabaja con la idea de que el estilo es plural: tanto James Joyce como Manuel Puig, por ejemplo, trabajaron con registros múltiples.

Comenzó a escribir en la segunda mitad de los años 1950 en Mar del Plata su Diario, y lo ha continuado durante toda su vida. Recibió una mención especial en el VII concurso Casa de las Américas, Cuba, y ello significó la publicación de su primer libro: el de cuentos Jaulario. Pero el reconocimiento internacional lo debe a su primera novela Respiración artificial, de 1980. Piglia fue, además, crítico, ensayista y profesor académico, que estudió a Brecht, Benjamin y Lukács, a Erich Auerbach, Szondi y Vernant, a los rusos Tiniánov, Shklovski o Bajtín. Escribió sobre su propia escritura (que está ligada a la crítica) y elaboró ensayos sobre Roberto Arlt, Borges, Sarmiento, Macedonio Fernández y otros literatos argentinos.

Vivió en Estados Unidos, donde fue profesor en diversas universidades, entre las que figuran las de Harvard y Princeton, en las que dio clases durante una quincena de años. De la segunda se jubiló a fines de 2010.​ Aunque estaba instalado en ese país, donde tenía casa propia (Markham Road 28) con su mujer, la artista Martha Eguía,​ decidió regresar a Argentina: en diciembre de 2011 llegó a Buenos Aires y comenzó a escribir, con elementos autobiográficos, la novela El camino de Ida, que publicó Anagrama en 2013. Después de su regreso, Piglia grabó también un programa de televisión de cuatro capítulos en los que enseña sobre Jorge Luis Borges y dirigió una colección de reediciones de la literatura argentina.​

Junto al músico Gerardo Gandini compuso la ópera La ciudad ausente, basada en su propia novela, estrenada en el Teatro Colón en 1995. Como antólogo ha publicado, entre otros libros, Crímenes perfectos y La fieras, ambos con obras del género policial. También junto al dibujante Luis Scafati y al escritor Pablo De Santis realizaron una versión gráfica de la novela «La ciudad ausente» editada en Argentina por Oceano-Temas y en España por Libros del Zorro Rojo.

Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, particularmente al inglés, francés, italiano, alemán y portugués. En 2014 se le diagnosticó una Esclerosis lateral amiotrófica (ELA), lo que afectó considerablemente su salud; a pesar de ello, continuó trabajando, con la ayuda de su asistente, Luisa Fernández, en la selección de sus diarios y la edición de escritos inéditos. Falleció el 6 de enero de 2017, a los setenta y cinco años de edad.

5 LIBROS PARA CONOCER A RICARDO PIGLIA

RESPIRACIÓN ARTIFICIAL (1980)

El joven escritor Emilio Renzi –que reaparecerá luego en otras obras de Piglia- ha escrito su primer libro, la narración conjetural de una historia que circulaba en su familia en varias versiones. Y es entonces, tras la publicación de aquel relato de equívocas traiciones y castigos, cuando Renzi conoce por fin al protagonista, su tío Marcelo Maggi. A finales de los años setenta, Maggi vive en provincias, en una ciudad fronteriza, dedicado a descifrar las cartas y papeles de Enrique Ossorio, el secretario privado de Juan Manuel de Rosas, un personaje que habría podido ser un héroe, y de quien se sospecha que fue un traidor. De Renzi a Maggi, y de éste a Ossorio: casi sin darnos cuentas hemos retrocedido ciento treinta años y se ha borrado la frontera entre literatura e historia, entre realidad y ficción. Ossorio se suicidó en Chile, en 1850, poco antes de la caída de Rosas, después de un vertiginoso exilio.

En una encuesta realizada recientemente entre cincuenta escritores argentinos, Respiración artificial fue elegida como una de las diez mejores novelas escritas en aquel país. Se trata no sólo del único libro memorable publicado durante el período de la dictadura militar (la edición original es de 1980), sino también de una espléndida ficción que se convierte en espejo de la historia, de una novela que, utilizando la estructura de la novela policíaca –para Piglia éste es uno de los géneros fundamentales de la literatura contemporánea-, puede leerse como una indagación sobre los enigmas de épocas convulsas, de personajes oscuros.


LA INVASIÓN (1967)

La invasión fue publicado originalmente en 1967 y nunca se había reeditado hasta la fecha. La presente es una edición corregida y aumentada por el propio autor. A los diez cuentos originales (revisados y reordenados), añade ahora Piglia otros de la misma época: cinco relatos aparecidos en revistas literarias y dos inéditos, más extensos, con los que abre y cierra el volumen.


Reescribir antiguas historias tratando de que permanezcan iguales es una utopía literaria más bien benévola, del mismo modo que quien reescribe relatos concebidos en el pasado no vuelve a ser la persona que los escribió en su momento. Sin embargo, la joven promesa que fue el autor de La invasión ya prefigura el futuro escritor consagrado de Respiración artificial. En estos cuentos se articula con sorprendente madurez todo el personal mundo narrativo del argentino: se dan aquí tanto sus características obsesiones temáticas como su particular uso del lenguaje y un extraordinario conocimiento de la sutil mecánica interna de los mejores relatos. Hay ficciones históricas (Las actas del juicio, Mata-Hari 55, Desagravio), falibles semblanzas de oscuros perdedores (El joyero, En noviembre, El pianista) o sentidas historias de infancia (En el terraplén, La honda). Este libro viene a ser, como en el fondo toda la obra posterior de Piglia, una mirada muy personal (oblicua, suburbial, desencantada) que indaga en los pliegues de la historia oficial de su país. En La invasión, además, aparece por primera vez Emilio Renzi, trasunto del autor que aquí protagoniza el homónimo La invasión, Tierna es la noche y Un pez en el hielo, cuento con el que se cierra el volumen. En éste, un joven Renzi marcha a Turín huyendo del fantasma de una mujer y en busca del de Cesare Pavese, en cuyo oficio de vivir tanto el aprendiz de escritor como, en definitiva, su autor cifrarán su propio destino (pues, parafraseando al argentino, sólo quien entiende el diario que lleva otro puede escribir uno). Por fin disponible después de cuarenta años («un buen plazo para saber si un libro resiste el paso del tiempo»), la recuperación de La invasión (libro premiado por la Casa de las Américas en 1967) supone una excelente noticia para el lector, que al fin podrá degustar esta joya oculta de la bibliografía de uno de los más grandes escritores contemporáneos en lengua española.


EL ÚLTIMO LECTOR (2005)

La novela moderna es el ámbito donde la lectura está a punto de extinguirse y al mismo tiempo se erige como clave de bóveda, como el último lugar de negociación entre el ámbito literario y el de cada lector privado, encargado, como se sabe, de completar el sentido de la obra. Sólo vemos una vez a don Quijote leer libros de caballería y es cuando hojea el falso Quijote de Avellaneda, donde se cuentan las aventuras que él nunca ha vivido: precisamente en el momento en que la novela pone en escena su capacidad de absorber el mundo para ficcionalizarlo todo. Tenemos las fotos en que Borges intenta descifrar las letras de un libro que sostiene casi pegado a su cara; la de Joyce, un ojo tapado con un parche, leyendo con una lupa de gran aumento. Y hay una instantánea en la que el Che Guevara, trepado a una rama en plena selva boliviana., se concentra en la lectura. Tenemos a Kafka, sobre todo las cartas a Milena, en las que la lectura aparece como la forma de poner distancia con el mundo (incluso con la propia Milena). Y, por supuesto, a Anna Karenina, a Madame Bovary; a esos lectores tan locos, geniales e inadecuados como Hamlet y Alonso Quijano que son Bouvard y Pécuchet.


PLATA QUEMADA (1997)

Esta novela cuenta una historia real. Se trata de un caso de la crónica policial que tuvo como escenarios Buenos Aires y Montevideo en 1965. En septiembre de ese año una banda asalta un banco en San Fernando, provincia de Buenos Aires. También participan varios políticos y policías que se harán con su parte del botín una vez que el robo haya funcionado. El plan se cumple. Sin embargo, en la huida, los maleantes deciden traicionar a sus socios y escapar con toda la plata. La policía no lo va a permitir. Ricardo Piglia tuvo acceso a materiales confidenciales: los legajos judiciales, la transcripción de las grabaciones secretas realizadas por la policía en el departamento de Herrera y Obes durante el dramático asedio, las declaraciones testimoniales y la crónica periodística. El conjunto del material documental permitió a Piglia armar la historia y reconstruir los personajes, el habla, la época, la trama y el drama con una precisión admirable.


LOS DIARIOS DE EMILIO RENZI (3 volúmenes 2015-2016-2017)

Los lectores de Ricardo Piglia conocen sin duda a Emilio Renzi, escritor y álter ego que aparece y reaparece en sus novelas, en ocasiones fugazmente, en otras con mayor protagonismo. ¿De dónde surge Renzi? De un juego de espejos que arranca del nombre completo del autor: Ricardo Emilio Piglia Renzi. Y ahora lo lleva un paso más allá con estos diarios que publica Piglia y firma Renzi. Tras una espléndida carrera literaria que incluye novelas y cuentos fundamentales de las letras argentinas contemporáneas y varios volúmenes de ensayos igualmente imprescindibles, el autor vuelve la vista atrás y rescata los diarios escritos a lo largo de más de medio siglo, entre 1957 y 2015, a los que se incorporan también algunos relatos y ensayos directamente vinculados con ellos.

Este monumental proyecto se publicará en tres volúmenes: Años de formación, Los años felices y Un día en la vida, de los que el lector tiene en sus manos el primero, que cubre los años que van de 1957 a 1967 y arranca por tanto con un escritor en ciernes que tiene apenas dieciocho años. «¿Cómo se convierte alguien en escritor –o es convertido en escritor–? No es una vocación, a quién se le ocurre, no es una decisión tampoco, se parece más bien a una manía, un hábito, una adicción, si uno deja de hacerlo se siente peor, pero tener que hacerlo es ridículo, y al final se convierte en un modo de vivir (como cualquier otro).»

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