Huevo: ¿la clara o la yema?

El huevo, un alimento proteico

El huevo es un alimento que los deportistas utilizan mucho en su rutina diaria. Esto se debe a que es una fuente inagotable de proteínas que tienen un gran valor nutricional. En esta nota te aconsejamos acerca de cómo podes ingerir el huevo y de qué formas prepararlo para poder obtener mejores resultados a la hora de entrenar.

En primer lugar, antes de pasar a la preparación, es importante conservar los huevos en un lugar fresco y seco, debido a que si se los coloca en un lugar húmedo, provoca que la cáscara pierda resistencia y ello genera la entrada de bacterias al interior del huevo.

Ahora sí, ¿cómo prepararlo?

Lo primero que debes saber es que para consumirlo es preferible primero cocinarlo, siempre. Si ingerís el huevo crudo, tu organismo no podrá aprovechar al máximo todas las proteínas que este contiene. Esto se debe a un proceso químico que ocurre en el huevo cuando lo sometemos a altas temperaturas, donde las moléculas cambian de estado de manera que sus nutrientes se vuelven asimilables para el organismo humano.

Muchas personas deciden no comer huevo por su alto contenido en grasa. Esto es cierto. Pero para ello es importante que sepas que la mayor concentración de grasas en el huevo está en la yema. De esta manera, es preferible si no se quieren ingerir grasas, separar la clara de la yema e incorporar la misma en tu dieta alimenticia diaria.

 

Preparación evitando la grasa

Para prepararlo entonces te aconsejamos preparar tortillas o revueltos de claras. Esto consistirá en incluir un solo huevo con yema, y otros cinco huevos donde solamente incluiremos la clara de ellos. De esta manera, estarás evitando ingerir grasas y aportándole a tu organismo una mayor cantidad de proteínas.

Para preparar esta tortilla, solo tienes que batir los huevos en un bowl o recipiente. Al mismo tiempo calentar en una sartén una capa mínima de aceite (se recomienda que sea de oliva). Y luego que tenés la mezcla hecha, solo hay que colocarla lentamente en la sartén y cocinarla de los dos lados. A esto podes agregarle lo que quieras (trozos de pollo, vegetales, o algún condimento).

Si no te gusta cocinarlo en una capa de aceite y querés algo aún más saludable, podes optar por la preparación en una plancha, la cual añade una menor cantidad de grasa, o bien pasados por agua o escalfados. Estas opciones lo que harán será evitar el uso de aceites o grasas adicionales (aunque en la opción anterior sean de carácter mínimo)

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