A donde voy no llego, a donde estoy resbalo

Escribe: Patricio Diego Vargas «…Ya no soy una nena para que me hagan regalos del día del niño, pero tampoco me dejan participar de las charlas de grandes…».
Congelado en ese texto fotográfico está expuesto uno de los puntos más altos de la dramática de la lógica adolescente. No fue dicho alegremente, sino con mucho llanto. No es que sea solo eso, también hay mucha creatividad, revoluciones y rupturas. Pero aquel pasaje no es fácil.


Charly García, que sabe mucho de cómo cantar sobre estos estados, lo dice de otra forma : «…a donde voy no llego, a donde estoy resbalo…». El cuerpo cambiando, exitado, sin orientación, rechazando lo que viene del otro u obedeciendo de manera explícita-que es lo mismo-, sin tener claro hacia donde, pero a su vez no poder hacer pie en donde uno está. Esperando que a uno le den un lugar, pero a su vez rechazarlo proclamando autonomía.
Esta es la lógica de la adolescencia, independientemente de la cronología de la edad. Por eso adolescente sería todo aquel que se sienta representado por aquella metáfora fotográfica del inicio. El trabajo de salida es construir una fijeza, un punto de apoyo y soportar la pérdida que dicha operación conlleva. Con el paso del tiempo se pueden ir armando modos neuróticos de responder a ese estado, sin darle una conclusión que permita el pasaje a otra cosa. Alguien dijo hoy :

«… vivo como si fuera viajando en una camioneta y tuviera que llevar no una, sino ocho ruedas de auxilio…por las dudas…».
Lo trágico que puede ser frenar y buscar, en uno, con que responder a las vicisitudes de la vida. Fantasía que señala lo imposible de soportar que puede ser ese viaje. Hiper-prevenido para poder «llegar», queriendo evitar quedar «resbalando»sin afrontar la pérdida que implica toda elección crucial.

Cuando uno atiende lo importante son las frases que dicen las personas, cuando uno reflexiona lo importante son solo los significantes que develan las lógicas en las que funcionan los sujetos, frases que ya no importa quién las diga (eso es chusmerio), frases que nos pueden representar a todos. Que permiten pensar, o sea «representar para otro significante» que nos permita aprender.

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