Breve historia de la música online

Con el pretexto de que Spotify, el servicio de streaming musical más famoso del mundo, ingresó este martes a la Bolsa de Nueva York con una oferta pública de venta de acciones, nos pareció oportuno esbozar una breve historia de la música online.

Todo comenzó cuando en 1999 Napster irrumpió en Internet y en el mercado de la distribución de música, con un sistema que le permitía a los usuarios compartir música, dando origen a una ola de piratería que hizo tambalear al sector de las discográficas. Por ahí también surgieron otros softwares como Gnutella, Kazaa y Audiogalaxy.

Como si todos los sellos discográficos fueran Kodak, en lugar de capitalizar esta revolución en ciernes, se dedicaron al juego de la demanda y el juicio.

Casi en paralelo, en 2001, Apple saca a la venta el iPod y pone online la tienda de música iTunes, una siembra que vería sus frutos recién con la revolución del iPhone y los smartphones. Hoy Apple es líder tanto en la venta de dispositivos móviles como de descargas de álbumes y canciones digitales.

En 2003 aparece Myspace, quizá la primera red social del mundo, que logra captar la atención de los músicos al permitirles difundir sus creaciones por fuera de la industria del disco, con llegada a todo el mundo. Fueron unos cinco años de liderazgo casi indiscutido hasta que tuvo lugar el auge de Facebook. Myspace es hoy tan sólo un recuerdo.

Para el año 2006, en Suecia se funda Spotify, que se presenta como un servicio de intercambio de archivos. Sus mentores, Daniel Ek y Martin Lorentzon, dicen que la idea era ofrecer un servicio legar, que satisficiera la necesidad de los usuarios y no arruinara a las discográficas. En 2008 Spotify pone en línea su servicio de música streaming on deman.

Por su parte, la industria musical continúa resistiéndose al modelo de «acceso ilimitado» de los archivos y se muestra proclive a la comercialización de descargas como el modelo de iTunes.

En 2011 Spotify sella acuerdos con las más grandes discográficas de los Estados Unidos y consigue liberar así una cantidad inusitada de material para el resto del mundo.

Spotify impulsa y profundiza un novedoso modelo de negocio que ofrece dos tipos de ofertas a los usuarios, el servicio gratuito monetizado con publicidad, al estilo radio, y una suscripción mensual libre de publicidad inspirada en el modelo de Netflix. Para 2014 Spotify alcanza los 10 millones de suscriptores pagos, de un total de 40 millones.

En 2018 Spotify anuncia que alcanzó los 70 millones de suscriptores pagos, y que durante sus primeros 10 años de vida pagó 8 mil millones de dólares en regalías a artistas musicales y discográficas.

Hoy, Spotify ya contiza en bolsa y las expectativas son enormes. Por lo pronto, luego de su primer día consiguió capitalizarse en 30 mil millones de dólares.

Lo sigue de cerca Apple con su servicio Apple Music (con 30 millones de suscriptores), que a pesar de ser más exclusivo, bate récord de permanencia de escucha por parte de sus usuarios y suele facturar más ganancias que Spotify.

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